20 años contruyendo desde abajo y la izquierda

El primero de enero de 1994, tras la firma del tratado de libre comercio entre México y EEUU, el alzamiento zapatista abrió un nuevo ciclo de luchas en Latinoamérica al articular abiertamente reivindicaciones campesinas e indígenas con un rechazo frontal al sistema capitalista neoliberal.

En efecto, es en un marco de ofensiva neoliberal sin tapujos, de prentendida fin de la historia, de fragmentación del campo popular y de reflujo de las luchas obreras que el alzamiento en armas del EZLN con reivindicaciones históricamente arraigadas en la historia latinoamericana (problemática campesina e indígena), estableció un punto de inflexión en la correlación de fuerzas en juego en la región impulsando un movimiento de masas que impugnaba explícitamente la globalización capitalista.

En este sentido, más allá del influjo neo-romántico que tuvo en una cierta pseudo militancia izquierdista europea, lo que realmente conllevó la aparición de esta fuerza beligerante fue un profundo impacto esperanzador en el bloque popular latinoamericano introduciendo a su vez en la agenda política emancipadora una problemática hoy en día ineludible: la de los derechos de los pueblos originarios.

20 años han transcurrido y los compañeros y compañeras zapatistas siguen construyendo desde abajo y la izquierda, desde los caracoles, brindando sanidad, educación y otro modelo politico organizativo a cientos de miles de campesinos y campesinas. 20 años han transcurrido y siguen resistiendo a los ataques frontales de las grandes trasnacionales, a la represión militar y paramilitar y al intento de diluir y aniquilar su identidad como pueblo originario rebelde.

20 años han transcurrido desde aquel alzamiento en armas y los diques de la imposición capitalista se ven hoy obligados a lidiar no solamente en Chiapas sino en numerosos pueblos del Abya Yala, con una ola de lucha antineoliberal, indígenista y antiimperialista donde los pueblos, al igual que lo logrado en 55 años de Revolución cubana, apuestan nitidamente por una segunda y definitiva independencia. La historia sigue. La de los pueblos en lucha.

Gora Herriok!
Hamaika herri borroka baka