25 urte eta 11 borroka!

Naiz.infok Julen Zulaika, Juanjo Peciña eta Eduardo Soares elkarrizketatu ditu.

Asteburu honetan Askapenak bere 25. urteurrena ospatuko du Altsasun, atzera eta aurrera begiratzeko une ezin hobea. Mende laurden batean egindakoa aztertu eta internazionalismoak gaur egun aurrean dituen erronkak neurtzeko momentua.

25 urte, hamaika herri, hamaika borroka eta mila brigadista baino gehiago munduan zehar herrien arteko elkartasuna zabaltzen. Askapenaren mende laurdeneko ibilbidea ez da makala eta behar bezala ospatu nahi dute asteburu honetan Altsasun, ekitaldi, bazkari eta kontzertuz osatutako ospakizunean.

Baina festaz gain, urteurrenak hausnarketarako une egokia dira ere, atzera eta aurrera begiratzeko aukera ematen dutenak. Izan ere, mundua asko aldatu da azken 25 urte hauetan, baita internazionalismoaren erreferenteak: Nicaragua sandinistatik XXI. mendeko sozialismo venezuelarrera, Sahara, Palestina eta Europako herri eta nazioak ahaztu gabe.

Hala baieztatzen du Askapenako kidea den Julen Zulaikak. Baina, bere aburuz, erreferenteen aldaketa edo eboluzioak ez du internazionalismoaren funtsa aldatu. Duela 40 urte mundu mailako elkartasuna mugiarazi zuena Vietnam izan zela azaldu du; azken urte hauetan Palestina izan den moduan, «baina oinarriak berdinak dira». «Herri zapalduok eta herri langileok etsai berbera dugun heinean, elkarrekin batzearen beharra berdin mantentzen da», dio Zulaikak.

Hori izan baita beti internazionalismoaren funtsa: herrien arteko elkartasuna bultzatzea, hemengoek hangoa ezagutzeko eta alderantziz. Dena den, gauzaren bat aldatu dela onartu du Zulaikak: «Espezifikotasunera jo dugu, brigada orokorrak antolatu ordez, gai zehatzak lantzen saiatzen gara». Adibide bezala, Argentinako fabrika berreskuratuak edo Venezuelako demokrazia partehartzailea.

Etorkizunera begira, hemendik 25 urtera Askapena «ez existitzea» espero duela dio Zulaikak: «Horrek esan nahiko luke euskal eragile politiko, sindikal eta herritarrek internazionalismoa bere egin izango luketela eta ez legokeela antolakunde internazionalista baten beharrik lan horiek egiteko». «Gure helburua, azken batean, ez da Askapenak berak internazionalismoa lantzea, Euskal Herria internazionalista bat lortzea baizik», gehitzen du.

Bide horretan, urteurrenarekin batera euskal eragileei zuzendutako adierazpen internazionalista bat aurkeztuko dutela aurreratu du Zulaikak, «ahalik eta eragile gehienek berea egin dezaten internazionalismoa». Xehetasun gehiago asteburutik aurrera.

Beñat Zaldua

Juanjo Peciña, miembro fundador de Askapena: «Solo la fuerza conjunta de los pueblos organizados conseguirá cambiar la sociedad»

Juanjo Peciña fue uno de los impulsores, hace medio siglo, de Askapena. Aprovechando el aniversario, le preguntamos sobre los primeros años de la organización internacionalista y sobre los retos que afronta hoy en día la solidaridad entre los pueblos que habitan el planeta.

¿De qué anhelo surgió, hace 25 años, Askapena?

Desde la reflexión de que los pueblos todavía nos desconocemos mutuamente, algo que, ante las injusticias tanto globales como específicas, impide una solidaridad plena y efectiva entre sectores sociales similares y luchas especificas. Sin duda, un logro del enemigo. Por eso, una solidaridad que no sea básicamente política, basada en el interconocimiento y el desarrollo de estrategias comunes, no solo no es efectiva sino que se convierte en un freno en los objetivos de acabar con las desigualdades, haciendo perdurar el sistema de expolio de los pueblos y personas.

Por otro lado, queríamos situar nuestro pueblo y sus reivindicaciones históricas en el plano internacional, buscando aliados entre pueblos con similares demandas y haciendo causa común en cuestiones como la identidad o el derecho de autodeterminación. Ofreciendo, al mismo tiempo, una solidaridad entre iguales, una solidaridad entre pueblos; es decir, huyendo del paternalismo centroeuropeo.

¿Cómo recuerda los primeros años?

Ilusionantes como cualquier proyecto nuevo, con la apertura de locales para estar en la calle y cerca de la gente, la necesidad de explicar muy bien en las relaciones exteriores y contactos la particularidad de nuestros objetivos, abrirnos a nuevos frentes, etc. En general, una época de muchos debates, los cuales se ha comprobado que eran vitales como la cuestión de la cooperación al desarrollo y las ONGs, la preparación y trabajo previo con brigadistas, etc.

¿Cómo valora el trabajo realizado durante este cuarto de siglo?

Muy positivo, y aunque quede mucho por hacer, en la sociedad vasca se reconoce el calado del discurso de Askapena, tanto por el número de brigadistas –incluidas las brigadas a pueblos del Estado español–, como por el trabajo en ayuntamientos, la movilización en la calle o el acercamiento de realidades desconocidas. Estamos en un punto donde se refleja un mayor conocimiento de dichas realidades.

También es notorio el aporte a nuestro pueblo de elementos vitales como el internacionalismo, que nos hace personas humanas y consecuentes, ‘integras’ que diría el Che, y que nos gustaría que la mayoría de los vascos compartiese. Del mismo modo, hemos demostrado que el nacionalismo y el internacionalismo no son para nada incompatibles, sino complementarios.

¿Cuál es el valor del internacionalismo en pleno siglo XXI?

Las criminales realidades de injusticia, miseria, negación de derechos siguen a la orden del dia y, por ende, la respuesta popular, la lucha y la necesidad de organizarse sigue siendo necesaria; por un lado cada uno en su pueblo y por otro lado conjuntamente ante el mismo enemigo común. Por eso la necesidad del internacionalismo. Conocernos es apoyarnos, ver que no estamos solos, intercambiar experiencias e iniciativas. Se trata de seguir cortando la hierba bajo los pies del capitalismo imperialista salvaje existente. Solo la fuerza conjunta de los pueblos organizados conseguirá cambiar las condiciones hacia una sociedad mas justa, humana y solidaria.

Beñat Zaldua

 

Eduardo "El Negro" Soares, abogado y amigo de Askapena en Argentina:

«Es difícil imaginar el conocimiento sobre Euskal Herria sin el referente de Askapena»

Con buena parte de la historia moderna de Argentina en la mochila, Eduardo Soares, más conocido como ‘El Negro’, lleva años colaborando estrechamente con Askapena desde la organización Convocatoria por la Liberación Nacional y Social. Desde Buenos Aires, saluda el 25 aniversario de Askapena «con el espíritu de nuestro Che y nuestra Evita y el de vuestro Pakito»

¿Cómo comenzó a colaborar con las brigadas de Askapena?

Nosotros tuvimos y tenemos lazos muy estrechos con la izquierda abertzale desde hace muchos años, más o menos desde 1997. Hicimos varias actividades en la Argentina por el tema de presos en distintos lugares del mundo y nos conectamos con los compañeros de la izquierda nacionalista vasca. Luego vino el largo juicio a Iosu Lariz, que era reclamado en extradición por España y particularmente por el juez Garzón, que salió muy derrotado en ese proceso –en el que Soares ejerció de abogado defensor de Lariz–.

Esta situación acrecentó aún mas los vínculos entre argentinos y vascos y, en especial, entre las organizaciones afines como en este caso. Ello sin perjuicio de que en décadas anteriores otras organizaciones que nos precedieron, que reivindicamos y que son parte de nuestra política, también tenían relaciones con las luchas del pueblo vasco.

La primer Brigada de Askapena a la Argentina llegó en el año 2003 con unos once compañeros y compañeras con los que recorrimos miles de kilómetros de nuestro país, entrevistándose con diferentes organizaciones y con nuestra construcción política.

Estos días cumplen 25 años. ¿Qué le parece la labor llevada a cabo durante este cuarto de siglo?

Conocemos a la perfección la labor de los compañeros en diferentes lugares del mundo por la estrecha relación que mantenemos y en estos 25 años pocos ejemplos mundiales se han asemejado al de Askapena, tanto por la calidad de su presencia en diferentes países, como por la continuidad y persistencia, muchas veces en condiciones adversas tanto políticas como de seguridad.

Nos es difícil imaginar el nivel de conocimiento, reconocimiento e información sobre la lucha del pueblo vasco por su independencia y autodeterminación sin referencia expresa a la labor de Askapena y cuánto ha contribuido a ello. Entendemos que ha sido el principal impulsor de la información sobre Euskal Herría y su labor dificílmente sea suplida por medios de comunicación virtual o enviados especiales ante situaciones específicas.

¿Para qué sirven las brigadas internacionalistas?

Originalmente, tanto Askapena como nosotros entendíamos que el punto central se limitaba a lo que en términos generales se denomina «solidaridad», esto sería integrarse a la organización contraparte del país al que se visitaba para compartir experiencias. Con posterioridad, al menos para el caso de Argentina, se fue estableciendo la importancia de que los brigadistas puedan trasmitir con la mayor solvencia y profundidad posibles la realidad de Euskal Herría y ello se fue obteniendo con creces.

Las brigadas fueron presentadas al más amplio arco de la vida política en Argentina, incluyendo muchos de nuestros adversarios políticos, y pudieron dirigir un mensaje tanto más masivo como más puntual dependiendo de cada situación. Esto implicó también que el conocimiento que se llevan de la realidad Argentina fue el mas profundo y completo posible.

¿Cuál es el papel del internacionalismo en pleno siglo XXI?

El internacionalismo tuvo importancia siempre, ya que siempre las organizaciones y distintos movimientos de liberación nacional lo necesitaron. Pero en la época de la dominación imperialista del más alto desarrollo tecnológico y guerrerista, es cuando mas se hace necesaria la solidaridad internacionalista. El internacionalismo y, en especial, en la modalidad de las brigadas, es luz entre las sombras que globalmente despliegan los que dominan el mundo a partir de los hegemónicos medios de información o de los grandes grupos económicos internacionales.

Beñat Zaldua