Información y solidaridad con Euskal Herria en Italia (por Askapena)

Dentro del marco de la 5 Semana de Solidaridad Internacional con Euskal Herria muchos han sido los actos, conciertos, charlas y encuentros que se realizaron en pueblos y paises (muchos, al igual que Euskal Herria, pueblos sin Estado) de Europa y América con el objetivo de resaltar el sentimiento de cercanía con el pueblo vasco y su lucha por la independencia y el socialismo. Organizados por los Comités de Solidaridad y por Euskal Herriaren Lagunak la llama de la solidaridad se extendió para iluminar un futuro de lucha y esperanza para nuestros pueblos a lo largo y ancho del continente europeo.
Me embarqué rumbo a Milan para poder llegar a Torino donde estaba prevista la participación de Askapena en un encuentro-charla con representantes de Sardigna y Palestina en el Centro Social Autogestionado "Askatasuna" (un edificio emblemático que cumplió 16 años y que alberga un sinfin de actividades, sueños, luchas, y esperanzas).
En el aeropuerto milanés de Malpensa, esperando el autobús que me llevara a Torino, ya pude comprobar que mi presencia no pasaba desapercibida para ciertos estamentos estatales, como si la solidaridad y el testimonio fuera motivo de delito alguno. El segundo capítulo de esta historia de control y seguimientos sucedió al día siguiente mientras desayunábamos juntos a las amigas de Euskal Herriaren Lagunak en una cafetería junto al Centro Social. Un "cliente" ingresó por la puerta ubicada cerca de nuestra mesa y con un amable "Egun on" ("Buenos días" en euskara) se dirigió a la segunda puerta del establecimiento para salir del mismo sin consumir nada ni dar más explicaciones. Definitivamente, pude comprobar que tenía seguidores que acompañarían mis pasos cuál estrella musical realizando una mini gira europea.

Sin embargo lo más importante fue que la convocatoria de la tarde que reunió unas 30 personas de diferentes generaciones y nos permitió debatir con los presentes las claves que se plantean, remarcando la importancia de la solidaridad internacionalista en el marco político actual de la realidad vasca, sarda y palestina. Destacando la reivindicación linguística y política en el caso de Sardigna y del papel de las revueltas en los países del norte africano y de la solidaridad internacional en el contexto de la lucha del pueblo palestino.
Al día siguiente, antes de partir hacia Cúneo tuve la oportunidad de conocer y participar en directo en el estudio de Radio Blackout de Torino, resumiendo en pocos minutos lo hablado y escuchado el día anterior. Aprovechamos también el espacio para convocar a participar en el manifestación que bajo el lema "Tanti popolo un´unica lotta" se desarrollará en Milan el sábado 26 de febrero, en la que cada año miles de personas se solidarizan con Euskal Herria y con los pueblos en lucha. Sin duda, conocer Radio Blackout fue una visita necesaria a uno de los principales referentes comunicativos de los movimientos sociales de la región que suma años de experiencia y de ejemplar trabajo colectivo.
La segunda de las charlas, se realizó en Cúneo en el sindicato ferroviario de la ciudad, fue organizada por Euskal Herriaren Lagunak y en ella participaron 25 personas. Llegado a este punto hay que aclarar que dos de los compañeros que organizaron la iniciativa y que trabajan la solidaridad con Euskal Herria, habían sido detenidos unos días antes por tomar parte en una protesta antinuclear, manifestándose junto a vecinos y tabajadores para denunciar el paso por el Val de Susa de un tren que transportaba deshechos nucleares líquidos altamente peligrosos. Por eso mismo en el acto realizado en Cúneo, lamentablemente, había dos sillas vacias: la de Guido y la de Arturo, a los que esperamos ver pronto en la calle, junto a sus amigos y familiares.
Pude comprobar, también, la criminalización que sufre el movimiento antinuclear por parte de los cuerpos de seguridad, ya que el solo hecho de poner una mesa informativa en un lugar público generaba una presencia policial inaudita (tres policías por cada manifestante) mientras sólo se repartía información sobre la industria nuclear y sus nefastas consecuencias. Estaba claro que los dos "grandes peligros a controlar" en este y otros ejemplos eran la información y la solidaridad, dos términos vitales para poder entender el internacionalismo, y los dos pilares básicos del trabajo realizado por Askapena.