Val de Susa: No TAV

Atzo Val de Susako Maddalena herrian (Turinetik gertu) AHTaren aurka parte hartu zuten ehundaka lagunak bortizki sakabanatutak izan ziren.

Errepresioan 2500 poliziek parte hartu zuten eta 50 zauritu eragin zituzten. Gertakarien aurrean nazio manifestazio deitu dute Uztailaren 3rako hainbat eragilek.
 

Uztailaren 3ko manifestazio nazionalaren deialdia

Mas de 2500 policías reprimieron una protesta pacífica contra el Tren De Alta Velocidad en el Val de Susa.

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Cerca de 30 policías y 50 manifestantes fueron hospitalizados, 20 personas fueron atendidas en el lugar de los choques.

Quieren construir un túnel en el seno de los Alpes de 58 km de largo
En el año 2005 se intentó sin éxito comenzar las obras

“Han lanzado miles de gases lacrimógenos, casi no se podía respirar, nos iban a matar”.

Alberto Perrino –líder del movimiento No TAV que desde hace diez años se opone a la construcción de la línea de alta velocidad que debería conectar Turín con Lyon– cuenta con voz cansada la jornada de protestas que se vivió ayer en Val di Susa, al norte de Italia, entre los manifestantes y la policía. “Han intentado también aplastarnos”, añade Perrino al explicar que las fuerzas del orden usaron excavadoras para romper las barricadas, sin tener en cuenta las personas que se encontraban detrás de ellas.

Los manifestantes, perseguidos por las excavadoras y casi ahogados por el humo de los lacrimógenos, huyeron por los bosques cercanos.
Alberto Perrino no creía lo que veían sus ojos ayer: una verdadera acción de guerra autorizada contra civiles que protestaban pacíficamente con bloqueos no violentos. Sus ojos vieron a la policía no hacer nada ante las excavadoras que se adelantaban contra los manifestantes; sus ojos vieron, hasta que no vieron más por el humo de los miles gases lacrimógenos lanzados por la propia policía.

La línea de alta velocidad de Turín a Lyon forma parte de una gran obra planeada por la Unión Europea, cuya realización final permitirá cruzar el continente de manera transversal, hasta Ucrania. La gente del Val di Susa y de sus alrededores no ha sido tenida en cuenta en las negociaciones sobre la construcción, una intervención que va a cambiar de manera muy significativa el medio ambiente donde viven. Así que, desde el comienzo de las obras, siempre han protestado y siempre lo han hecho de manera pacífica.

Sin embargo, para la clase dominante italiana, las grandes obras son algo sagrado, algo dogmático sobre lo que no se puede discutir. Hay que realizarlas, porque sirven, según ellos, para el “bien común”. Pero ¿hasta que punto se puede justificar con el “bien común” un acto de violencia legalizado contra civiles como los de Val di Susa?

(Fuente: Sare Antifaxista)