Manifiesto de la izquierda independentista catalana

Independencia para cambiarlo todo

Nuestra gente lo está pasando mal. El pueblo trabajador de los Países Catalanes está sufriendo profundamente la crisis capitalista.

Cerca de dos millones de personas paradas, decenas de miles de familias desahuciadas y unos índices de pobreza que ya sobrepasan un cuarto de nuestra población. Han robado el futuro a la juventud y han robado el presente en la gente mayor. Jóvenes que trabajan por sueldos ínfimos y ancianos que sacrifican su pensión para poder mantener toda la familia.

Asimismo, la crisis capitalista ha sido una oportunidad para acentuar el proceso de robo de la riqueza de los de abajo por parte de los de arriba. Los Países Catalanes hemos aportado más de 40.000 millones de euros en intereses bancarios de la deuda pública, nos han liquidado a precio de saldo nuestro sistema financiero, nuestros sectores estratégicos están en manos privadas de unas multinacionales con gestores locales y estrechos vínculos con la oligarquía española. Los trabajadores somos quienes pagamos con nuestros impuestos los costes de su fiesta . Y lo más grave, están destruyendo y robando nuestra riqueza social: la educación , la sanidad, las prestaciones sociales y los medios de comunicación públicos.

Para revertir esta situación, la independencia de los Países Catalanes es imprescindible. Sin la independencia no es posible establecer las bases para conquistar la soberanía real. Pero para conquistar esta soberanía real es necesario que la independencia venga acompañada de un programa firme de transformación social: salida de la Unión Europea, nacionalización del sistema bancario y los sectores estratégicos, sistemas únicos públicos de salud y educación.

El actual proceso soberanista, de una parte del país, se ha planteado como un choque institucional entre el autonomismo y el estado. La crisis económica y la ofensiva españolizadora han obligado al viejo autonomismo a abrazar el discurso independentista. Una conversión, pero, más débil de la que aparentan . Incapaces de afrontar la hora de la verdad, aquella en que habrá desobedecer y hacer frente al estado y a la UE, quedándose obsesionados en dejar siempre abierta la puerta a la renegociación con el estado de un nuevo pacto fiscal.

En estos momentos de efervescencia y movilización nacional y social , la tarea del independentismo y de la izquierda de los Países Catalanes no puede dedicarse a intentar competir para obtener una parte de la medalla de una gloria aún incierta, sino que debe dedicarse a organizar y movilizar al pueblo trabajador para que pueda convertirse en el actor clave en los tiempos de tensión y confrontación que han de venir. Cabe la autoorganización popular para hacer frente con contundencia a las medidas económicas antipopulares y sus responsables, y también necesitamos esa misma autoorganización para imponer la voluntad democrática de la gente cuando la burguesía del Principado decida intentar aparcar el proceso soberanista a cambio de un nuevo pacto con el estado más ventajoso .

La batalla por la independencia debe plantearse para el conjunto de los Países Catalanes. Hacer lo contrario es profundamente insolidario, es ir contra nuestra propia historia y es descabezar nuestro futuro . El independentismo tiene que luchar por la independencia de la nación, y no por la independencia de una institución autonómica. Nuestro proyecto político es para una sociedad con fuertes lazos sociales, económicos y culturales forjados durante 800 años, y no para el área de influencia de una burguesía local .

Y toda esta tarea debe hacerse siempre recordando que el motivo por el cual la hacemos es porque nuestra gente no se vea privada del trabajo, de la riqueza social, los derechos colectivos, de nuestra lengua y cultura. La hacemos porque creemos en un futuro digno y libre para nuestro pueblo .

Por nuestra gente: los Países Catalanes decidimos Independencia , Socialismo y Feminismo.

Para cambiarlo todo !