TAV y el internacionalismo como arma
Hace dos semanas finalizó la gira informativa que AHT Gelditu! Elkarlana, Askapena y Euskal Herriaren Lagunak de Italia diseñaron para denunciar el proyecto del TAV, internacionalizar la lucha contra el mismo y llevar a Italia las problemáticas sociales del pueblo vasco. Una manera de compartir estas luchas sociales entre dos pueblos con el fin de poner soluciones sobre la mesa.
Muestra de la expectación generada por la gira la podemos encontrar en el periódico italiano Il Manifesto. En un artículo publicado el pasado 9 de Noviembre, el periodista de este prestigioso periódico, Marco Santopadre denunciaba el carácter antidemocrático del gobierno español, en referencia a la criminalización que la plataforma Elkarlana sufre: “Para Madrid Elkarlana está controlada o tal vez instrumentalizada por la izquierda abertzale y por lo tanto tienen reservado el mismo trato previsto para todas las organizaciones sociales y políticas ilegalizadas en los últimos años”. Sobre la homogenización de Elkarlana y la supuesta instrumentalización política que la izquierda abertzale ejerce sobre ella en el periódico se afirmaba que “dentro hay independentistas de izquierda pero tambien gente de la sección vasca de Izquierda Unida, alcaldes de ambito vasco, asociaciones medioambientales, ingenieros y técnicos, artistas e intelectuales de opiniones diversas. Pero Madrid no escucha a nadie y acelera los procesos de apertura de obras”. Así mismo, el artículo denunciaba el caso omiso que las instituciones hacen a la voluntad popular: “pero el referéndum del que nos habla Oihane no tiene ningun valor para el gobierno español. Por lo tanto es ilegítimo e ilegal, visto que el TAV para Madrid es una infraestructura de interés nacional que no puede ser retrasada por "egoísmos locales".
Esta repercusión mediática bien merece una reflexión. Es imposible entender la problemática del TAV sin analizarlo desde una coyuntura europea. El TAV no es una estructura únicamente vasca, responde a un enorme proyecto europeo-capitalista. Por eso no es extraño que las distintas familias de la oligarquía se unan en este proyecto (PP-UPN-PNV-PSOE). En este sentido el PNV juega un importante papel, asimilando por una parte al pueblo vasco y haciendo un guiño al PSOE por otra, en su política de negación de Euskal Herria. Éste es el precio que el PNV paga por ser un referente en Europa, por el prestigio de sus negocios y empresas en la UE. Para ello será capaz de pisar a su propio pueblo. Una vez más.
Además, Euskal Herria representa un punto geoestratégico clave para el capitalismo europeo y local a la hora de expansionar su proyecto: nuestro pueblo es un punto de paso obligatorio de mercancías y personas. Por eso la internacionalización de la lucha vasca contra el TAV es imprescindible. En cada territorio es promovido por gobiernos locales y estatales, financiado con dinero público, pero para el interés privado. Un proyecto impopular que cuenta con las fuerzas militares y policiales preparadas para abortar cualquier intento de lucha, para aplastar cualquier movimiento popular que se revele. Es la Unión Europea que niega a los pueblos su derecho a organizarse política, social y económicamente como estados soberanos, que expulsa inmigrantes a los cuales anteriormente había robado sus recursos brutalmente y que impone constituciones por encima de la voluntad popular. Por eso, ésta no sólo es la lucha del pueblo vasco contra la imposición de los estados francés y español, es mucho más que eso. Se trata también de una lucha entre la Europa de los pueblos, los trabajadores y ama lurra, contra la Europa de una minoría, la capitalista, explotadora e individualista. Este el espíritu de la lucha internacionalista y desde el internacionalismo militante hacemos una apuesta clara por sacar a escena europea los problemas comunes de los pueblos europeos y darles soluciones vista la pasividad que los agentes políticos mantienen sobre los conflictos sociales. Otra Europa es necesaria, la Europa popular basada en la justicia social. Por eso, la acumulación de fuerzas a nivel Europeo entorno a la paralización del TAV es imprescindible. En Val di Susa (Italia) lo han parado. En Euskal Herria lo pararemos.
Jean-Pierre Etxaburu miembro de Askapena.