In memoria del compagno Remi, militante basco

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di EH Lagunak-Roma

Come spesso accade di questi tempi, leggendo il sito del quotidiano basco Gara, le cattive notizie superano di gran lunga quelle buone, e lo scorso Sabato non ha fatto eccezione: vengo quindi a sapere che l'Ertzainza –la polizia autonoma basca- il giorno precedente ovvero il 31 di Luglio ha fatto irruzione a Villabona, cittadina a 20 Km dalla più nota Donostia (San Sebastian, in spagnolo), interrompendo la festa patronale. Numerosi effettivi armati fino ai denti e incappucciati iniziano ad aggirarsi nel centro del paese: vogliono impedire –dicono- una presunta manifestazione indipendentista, che sarebbe stata vietata dai giudici spagnoli. In realtà vogliono più che altro dimostrare chi comanda davvero da quelle parti con il “nuovo corso” del lehendakari (governatore) basco Patxi Lopez: in questo paesotto fieramente nazionalista, magari cercano di strappare qualche manifesto, vogliono andare a provocare un sit-in a favore dei prigionieri oppure vogliono disturbare un concerto rock organizzato dai giovani indipendentisti. Ed è proprio in questo frangente, che un agente se la prende con Remi Ayestaran, ragazzone di 27 anni, vicesindaco della località eletto nelle liste della sinistra abertzale (indipendentista).

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Por ER, Euskal Herriaren Lagunak Roma

En memoria de Remi, militante vasco

Como muchas veces en estos tiempos, leyendo el diario vasco Gara las malas noticias son muchas más que las buenas; y el sábado pasado no ha hecho excepción: leo que la Ertzaintza –la policía autonómica vasca- el día anterior, 31 de Julio había hecho irrupción en Villabona, pueblo a 20Km de la capital Donostia (San Sebastian, en castellano), interrumpiendo la fiesta patronal. Muchos efectivos armados y encapuchados empezaron a circular por el centro del pueblo: querían impedir –así dicen- una supuesta manifestación independentista, que fue vetada para las jueces españoles. En realidad, más que nada quieren demostrar quien es el que manda de verdad, ahora que hay el nuevo lehendakari vasco Patxi Lopez: en este pueblo orgullosamente nacionalista quieren quizás llevarse unas pancarta, provocar un sit-in a favor de los presos o quieren molestar un concierto rock organizado para los jóvenes independentistas. Y es justo en esta ocasión donde un policía se dirige a Remi Ayestaran, de 27 años, teniente alcalde de la localidad elegido en la lista de la izquierda abertzale. El dialogo entre el beltza y el joven es grotesco, con el policía que irónicamente hace sus comentarios por la música de el grupo y empieza a hacer un montón de preguntas al joven, para saber quien es el que toca, si es gente del pueblo o de donde vienen…

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Por ER, Euskal Herriaren Lagunak Roma

En memoria de Remi, militante vasco

Como muchas veces en estos tiempos, leyendo el diario vasco Gara las malas noticias son muchas más que las buenas; y el sábado pasado no ha hecho excepción: leo que la Ertzaintza –la policía autonómica vasca- el día anterior, 31 de Julio había hecho irrupción en Villabona, pueblo a 20Km de la capital Donostia (San Sebastian, en castellano), interrumpiendo la fiesta patronal. Muchos efectivos armados y encapuchados empezaron a circular por el centro del pueblo: querían impedir –así dicen- una supuesta manifestación independentista, que fue vetada para las jueces españoles. En realidad, más que nada quieren demostrar quien es el que manda de verdad, ahora que hay el nuevo lehendakari vasco Patxi Lopez: en este pueblo orgullosamente nacionalista quieren quizás llevarse unas pancarta, provocar un sit-in a favor de los presos o quieren molestar un concierto rock organizado para los jóvenes independentistas. Y es justo en esta ocasión donde un policía se dirige a Remi Ayestaran, de 27 años, teniente alcalde de la localidad elegido en la lista de la izquierda abertzale. El dialogo entre el beltza y el joven es grotesco, con el policía que irónicamente hace sus comentarios por la música de el grupo y empieza a hacer un montón de preguntas al joven, para saber quien es el que toca, si es gente del pueblo o de donde vienen…

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Por ER, Euskal Herriaren Lagunak Roma

En memoria de Remi, militante vasco

Como muchas veces en estos tiempos, leyendo el diario vasco Gara las malas noticias son muchas más que las buenas; y el sábado pasado no ha hecho excepción: leo que la Ertzaintza –la policía autonómica vasca- el día anterior, 31 de Julio había hecho irrupción en Villabona, pueblo a 20Km de la capital Donostia (San Sebastian, en castellano), interrumpiendo la fiesta patronal. Muchos efectivos armados y encapuchados empezaron a circular por el centro del pueblo: querían impedir –así dicen- una supuesta manifestación independentista, que fue vetada para las jueces españoles. En realidad, más que nada quieren demostrar quien es el que manda de verdad, ahora que hay el nuevo lehendakari vasco Patxi Lopez: en este pueblo orgullosamente nacionalista quieren quizás llevarse unas pancarta, provocar un sit-in a favor de los presos o quieren molestar un concierto rock organizado para los jóvenes independentistas. Y es justo en esta ocasión donde un policía se dirige a Remi Ayestaran, de 27 años, teniente alcalde de la localidad elegido en la lista de la izquierda abertzale. El dialogo entre el beltza y el joven es grotesco, con el policía que irónicamente hace sus comentarios por la música de el grupo y empieza a hacer un montón de preguntas al joven, para saber quien es el que toca, si es gente del pueblo o de donde vienen…

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Por ER, Euskal Herriaren Lagunak Roma

En memoria de Remi, militante vasco

Como muchas veces en estos tiempos, leyendo el diario vasco Gara las malas noticias son muchas más que las buenas; y el sábado pasado no ha hecho excepción: leo que la Ertzaintza –la policía autonómica vasca- el día anterior, 31 de Julio había hecho irrupción en Villabona, pueblo a 20Km de la capital Donostia (San Sebastian, en castellano), interrumpiendo la fiesta patronal. Muchos efectivos armados y encapuchados empezaron a circular por el centro del pueblo: querían impedir –así dicen- una supuesta manifestación independentista, que fue vetada para las jueces españoles. En realidad, más que nada quieren demostrar quien es el que manda de verdad, ahora que hay el nuevo lehendakari vasco Patxi Lopez: en este pueblo orgullosamente nacionalista quieren quizás llevarse unas pancarta, provocar un sit-in a favor de los presos o quieren molestar un concierto rock organizado para los jóvenes independentistas. Y es justo en esta ocasión donde un policía se dirige a Remi Ayestaran, de 27 años, teniente alcalde de la localidad elegido en la lista de la izquierda abertzale. El dialogo entre el beltza y el joven es grotesco, con el policía que irónicamente hace sus comentarios por la música de el grupo y empieza a hacer un montón de preguntas al joven, para saber quien es el que toca, si es gente del pueblo o de donde vienen…

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Il dialogo tra l’ertzainza e il ragazzo è edificante, con l’agente che ironicamente fa i complimenti per la musica del gruppo e inizia a rivolgere domande a raffica al ragazzo, per sapere chi è che suona, se sono giovani del paese, da dove vengano …
Remi capisce che l’agente vuole solo innervosirlo per provocare una sua reazione e magari arrestarlo, e gli oppone una serie di “non lo so”. A questo punto il beltza (nero, dal colore dell’uniforme) lo insulta, gli dà più volte dello scemo e il ragazzo evita di nuovo di reagire. L’armato a questo punto dichiara “ragazzo, devo dirti che mi piaci proprio…”; ma su quest ultima provocazione il giovane vicesindaco non resiste, ed esclama a gran voce: “il Municipio di Villabona invece non apprezza affatto ciò che state facendo!” e intima loro di andare via. Gli amici lo strattonano e lo allontanano, sanno che una parola di troppo potrebbe valergli l’arresto. Ma è in quel momento che Remi ha un malore. Chiede aiuto. Si accascia. Muore.
A questo punto poco conta che la polizia si sia prodigata o meno a praticargli un massaggio cardiaco, come recita la versione ufficiale, quando invece gli amici e I soccorritori denunciano di essere stati circondati ed identificati uno ad uno, mentre un amico di Remi sarebbe stato addirittura allontanato da un beltza al grido di “tòrnatene alla tua cazzo di casa!”.

Ma alla tristezza per un'altra vittima del conflitto, si aggiunge lo sconforto perchè a morire è una persona che chi scrive ha avuto modo di conoscere, insieme ad altri compagni di Euskal Herriaren Lagunak (I Lagunak sono quei comitati che in varie parti d’Europa e del mondo lavorano in solidarietà con la sinistra abertzale e per una soluzione negoziata del conflitto basco) Alcuni di noi infatti l'anno scorso erano proprio a Villabona nell’ambito della Settimana Internazionalista organizzata dall’associazione Askapena.
Dopo l'assemblea pubblica i compagni della sinistra abertzale ci hanno condotto in una sorta di circolo sociale per offrirci una cena popolare preparata da loro. Chi conosce Euskal Herria sa di cosa parlo: coperti alla buona, numerose bottiglie di sidro, pietanze sostanziose e un ambiente di condivisione con qualche decina di compagni tra baschi e internazionali. Tra i ragazzi che cucinavano c'era proprio Remi; lo ricordo col grembiule d'ordinanza stretto attorno alla sua corporatura massiccia, che dopo aver cucinato e servito decine di piatti di tortilla e txistorra (salsiccia di maiale fritta) e aver dispensato abbondante sidro alla compagnia si era seduto proprio davanti a me. Assolutamente alla mano come tutti i compagni di quelle parti, abbiamo trascorso una piacevole serata chiacchierando della situazione politica, del conflitto e delle illegalizzazioni dei partiti indipendentisti. Ricordo ancora come si schernisse del suo ruolo di vicesindaco, asserendo tra le risate generali che era entusiasta soprattutto per la possibilità di annullare le sue numerose multe per divieto di sosta! Quando ho letto dei fatti di Villabona e del un vicesindaco morto di infarto, e dopo aver visto oggi la sua foto, ho ricollegato tutti gli elementi e ho rivisto davanti a me quel ragazzone col grembiule da cucina.
Un ragazzone di 27 anni, rappresentante istituzionale e militante della sinistra basca, stroncato da un infarto mentre difendeva il diritto di fare festa e di esprimere il proprio progetto politico, il socialismo e l'indipendenza del suo paese-Euskal Herria- contro l'arroganza del governo socialista e dei suoi cani da guardia in divisa...

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Remi entiende que el ertzainza quiere provocar su reacción y en caso detenerlo, y se limita a contestarle una serie de “no sé”. Entonces el beltza le insulta, le llama tonto mas que una vez y el joven sigue sin reaccionar, cuando el policía le dice: ” Pues mira chaval, que sepas que me gustas mucho”; pero frente a esta ultima provocación el joven teniente no resiste y declara a voz alta “Que sepas que al Ayuntamiento de Villabona no le hace ninguna gracia lo que estáis haciendo aquí” y le insta a irse. Sus amigos le recomiendan irse, saben que una palabra más y podrían llevarlo a la cárcel, pero es en este momento cuando Remi empieza a sentirse mal. Pide ayuda. Se cae. Muere.

Ahora no es importante si los policías le han hecho o no un masaje cardiaco, como se lee en la versión oficial, cuando los amigos denuncian que han sido acosados y todos identificados y un beltza se dirigió a uno de ellos con las palabras “Vete tú a tu puta casa!” . Pero el dolor por otra victima del conflicto es aún más grande porque Remi es alguien que quien escribe ha podido conocer, junto con otros compañeros de Euskal Herriaren Lagunak. Algunos de nosotros justo el año pasado se encontraban en Villabona para la Semana Internacionalista organizada por la asociación Askapena. Después de la charla publica, con los compañeros de la izquierda abertzale estuvimos en una sociedad gastronómica en una cena popular organizada por ellos. Quien conoce Euskal Herria sabe de que hablo: ambiente simple, muchas botellas de sidra, buena comida y alegría compartida con unos de diez compañeros vascos e internacionales. Entre los jóvenes que preparaban la cena estaba justo Remi; me lo recuerdo con el delantal encerrado a su fuerte cuerpo, que después de haber cocinado y servido decenas de platos de tortilla y txistorra, con abundante sidra a todos los/as compañeros/as se sentó justo en frente mío. Hablando con amistad, como todos los compañeros de aquellos sitios, hemos pasado una noche agradable, hablando de la actualidad política, del conflicto, de las ilegalizaciones de los partidos independentistas. Aun me acuerdo de cómo hablaba con modestia de su cargo de teniente alcalde, declarándose entusiasta –entre las risas generales- sobre todo de la posibilidad de anular sus muchas multas por estacionamiento prohibido! Cuando he leído de los hechos de Villabona y del teniente muerto de infarto, y después de haber visto su imagen hoy he asociado todo y he revisto en frente a mi este gran chaval con el delantal de cocinar. Un chaval de 27 años, representante institucional y militante de la izquierda vasca, matado por un infarto mientras defendía el derecho de hacer fiesta y expresar su proyecto político.

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Remi entiende que el ertzainza quiere provocar su reacción y en caso detenerlo, y se limita a contestarle una serie de “no sé”. Entonces el beltza le insulta, le llama tonto mas que una vez y el joven sigue sin reaccionar, cuando el policía le dice: ” Pues mira chaval, que sepas que me gustas mucho”; pero frente a esta ultima provocación el joven teniente no resiste y declara a voz alta “Que sepas que al Ayuntamiento de Villabona no le hace ninguna gracia lo que estáis haciendo aquí” y le insta a irse. Sus amigos le recomiendan irse, saben que una palabra más y podrían llevarlo a la cárcel, pero es en este momento cuando Remi empieza a sentirse mal. Pide ayuda. Se cae. Muere.

Ahora no es importante si los policías le han hecho o no un masaje cardiaco, como se lee en la versión oficial, cuando los amigos denuncian que han sido acosados y todos identificados y un beltza se dirigió a uno de ellos con las palabras “Vete tú a tu puta casa!” . Pero el dolor por otra victima del conflicto es aún más grande porque Remi es alguien que quien escribe ha podido conocer, junto con otros compañeros de Euskal Herriaren Lagunak. Algunos de nosotros justo el año pasado se encontraban en Villabona para la Semana Internacionalista organizada por la asociación Askapena. Después de la charla publica, con los compañeros de la izquierda abertzale estuvimos en una sociedad gastronómica en una cena popular organizada por ellos. Quien conoce Euskal Herria sabe de que hablo: ambiente simple, muchas botellas de sidra, buena comida y alegría compartida con unos de diez compañeros vascos e internacionales. Entre los jóvenes que preparaban la cena estaba justo Remi; me lo recuerdo con el delantal encerrado a su fuerte cuerpo, que después de haber cocinado y servido decenas de platos de tortilla y txistorra, con abundante sidra a todos los/as compañeros/as se sentó justo en frente mío. Hablando con amistad, como todos los compañeros de aquellos sitios, hemos pasado una noche agradable, hablando de la actualidad política, del conflicto, de las ilegalizaciones de los partidos independentistas. Aun me acuerdo de cómo hablaba con modestia de su cargo de teniente alcalde, declarándose entusiasta –entre las risas generales- sobre todo de la posibilidad de anular sus muchas multas por estacionamiento prohibido! Cuando he leído de los hechos de Villabona y del teniente muerto de infarto, y después de haber visto su imagen hoy he asociado todo y he revisto en frente a mi este gran chaval con el delantal de cocinar. Un chaval de 27 años, representante institucional y militante de la izquierda vasca, matado por un infarto mientras defendía el derecho de hacer fiesta y expresar su proyecto político.

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Remi entiende que el ertzainza quiere provocar su reacción y en caso detenerlo, y se limita a contestarle una serie de “no sé”. Entonces el beltza le insulta, le llama tonto mas que una vez y el joven sigue sin reaccionar, cuando el policía le dice: ” Pues mira chaval, que sepas que me gustas mucho”; pero frente a esta ultima provocación el joven teniente no resiste y declara a voz alta “Que sepas que al Ayuntamiento de Villabona no le hace ninguna gracia lo que estáis haciendo aquí” y le insta a irse. Sus amigos le recomiendan irse, saben que una palabra más y podrían llevarlo a la cárcel, pero es en este momento cuando Remi empieza a sentirse mal. Pide ayuda. Se cae. Muere.

Ahora no es importante si los policías le han hecho o no un masaje cardiaco, como se lee en la versión oficial, cuando los amigos denuncian que han sido acosados y todos identificados y un beltza se dirigió a uno de ellos con las palabras “Vete tú a tu puta casa!” . Pero el dolor por otra victima del conflicto es aún más grande porque Remi es alguien que quien escribe ha podido conocer, junto con otros compañeros de Euskal Herriaren Lagunak. Algunos de nosotros justo el año pasado se encontraban en Villabona para la Semana Internacionalista organizada por la asociación Askapena. Después de la charla publica, con los compañeros de la izquierda abertzale estuvimos en una sociedad gastronómica en una cena popular organizada por ellos. Quien conoce Euskal Herria sabe de que hablo: ambiente simple, muchas botellas de sidra, buena comida y alegría compartida con unos de diez compañeros vascos e internacionales. Entre los jóvenes que preparaban la cena estaba justo Remi; me lo recuerdo con el delantal encerrado a su fuerte cuerpo, que después de haber cocinado y servido decenas de platos de tortilla y txistorra, con abundante sidra a todos los/as compañeros/as se sentó justo en frente mío. Hablando con amistad, como todos los compañeros de aquellos sitios, hemos pasado una noche agradable, hablando de la actualidad política, del conflicto, de las ilegalizaciones de los partidos independentistas. Aun me acuerdo de cómo hablaba con modestia de su cargo de teniente alcalde, declarándose entusiasta –entre las risas generales- sobre todo de la posibilidad de anular sus muchas multas por estacionamiento prohibido! Cuando he leído de los hechos de Villabona y del teniente muerto de infarto, y después de haber visto su imagen hoy he asociado todo y he revisto en frente a mi este gran chaval con el delantal de cocinar. Un chaval de 27 años, representante institucional y militante de la izquierda vasca, matado por un infarto mientras defendía el derecho de hacer fiesta y expresar su proyecto político.

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Remi entiende que el ertzainza quiere provocar su reacción y en caso detenerlo, y se limita a contestarle una serie de “no sé”. Entonces el beltza le insulta, le llama tonto mas que una vez y el joven sigue sin reaccionar, cuando el policía le dice: ” Pues mira chaval, que sepas que me gustas mucho”; pero frente a esta ultima provocación el joven teniente no resiste y declara a voz alta “Que sepas que al Ayuntamiento de Villabona no le hace ninguna gracia lo que estáis haciendo aquí” y le insta a irse. Sus amigos le recomiendan irse, saben que una palabra más y podrían llevarlo a la cárcel, pero es en este momento cuando Remi empieza a sentirse mal. Pide ayuda. Se cae. Muere.

Ahora no es importante si los policías le han hecho o no un masaje cardiaco, como se lee en la versión oficial, cuando los amigos denuncian que han sido acosados y todos identificados y un beltza se dirigió a uno de ellos con las palabras “Vete tú a tu puta casa!” . Pero el dolor por otra victima del conflicto es aún más grande porque Remi es alguien que quien escribe ha podido conocer, junto con otros compañeros de Euskal Herriaren Lagunak. Algunos de nosotros justo el año pasado se encontraban en Villabona para la Semana Internacionalista organizada por la asociación Askapena. Después de la charla publica, con los compañeros de la izquierda abertzale estuvimos en una sociedad gastronómica en una cena popular organizada por ellos. Quien conoce Euskal Herria sabe de que hablo: ambiente simple, muchas botellas de sidra, buena comida y alegría compartida con unos de diez compañeros vascos e internacionales. Entre los jóvenes que preparaban la cena estaba justo Remi; me lo recuerdo con el delantal encerrado a su fuerte cuerpo, que después de haber cocinado y servido decenas de platos de tortilla y txistorra, con abundante sidra a todos los/as compañeros/as se sentó justo en frente mío. Hablando con amistad, como todos los compañeros de aquellos sitios, hemos pasado una noche agradable, hablando de la actualidad política, del conflicto, de las ilegalizaciones de los partidos independentistas. Aun me acuerdo de cómo hablaba con modestia de su cargo de teniente alcalde, declarándose entusiasta –entre las risas generales- sobre todo de la posibilidad de anular sus muchas multas por estacionamiento prohibido! Cuando he leído de los hechos de Villabona y del teniente muerto de infarto, y después de haber visto su imagen hoy he asociado todo y he revisto en frente a mi este gran chaval con el delantal de cocinar. Un chaval de 27 años, representante institucional y militante de la izquierda vasca, matado por un infarto mientras defendía el derecho de hacer fiesta y expresar su proyecto político.