“Tenemos que pegarle un zapatazo en la cara al Estado Español”
Resumen Latinoamericano, 8 de septiembre 2015.- Gabi Basañez es un militante histórico de la causa internacionalista que afronta un pedido de varios años de cárcel precisamente por ejercer su práctica solidaria con otros pueblos del mundo y transmitir lo que ocurre en su país, Euskal Herria. Muy conocido en Latinoamérica por su compromiso con todas las causas justas, entre ellas la de los pueblos originarios, Basañez explica por qué en octubre deberán pasar -junto a otros cuatro compañeros de militancia- por ese Tribunal de excepción que es la Audiencia Nacional española.
-Se juzgarán las tres cosas, porque somos cinco militantes de Askapena y las acusaciones son concretas contra nosotros, pero es de una magnitud mayor la condena que se quiere hacer al Internacionalismo y la condena del trabajo solidario en clave independentista que lleva Askapena. Por un lado se criminaliza todo el accionar de las Brigadas de Askapena, y de intercambio de experiencias con otros procesos sociales independentistas de numerosos pueblos, que se ha realizado durante años.
-Así es. Este proceso empezó con la famosa teoría del ex juez Garzón de “todo es ETA”. En realidad es un intento de criminalizar y hacer desaparecer el trabajo en distintas áreas, tanto a nivel popular como al de los sectores más organizados, que apuestan a un proyecto Independentista de un Estado Socialista para Euskal Herria. Así es como comienza todo, con esa aberración de hacer que todo el movimiento popular independentista es ETA, y por lo tanto, según Garzón, “terrorista”.
Entonces ha habido más fases distintas en las que todo el movimiento popular, antirrepresivo, sindical, político, todos los aparatos y organizaciones que de alguna manera se sentían o sienten parte de este proyecto han estado amenazadas y han sido una por una atacadas e ilegalizadas. En esos momentos, el Estado decide que no existe vía política en Euskal Herria desde esa perspectiva de levantar un Estado Independentista Socialista Vasco.
-¿En que aspectos basarán su defensa?
-Viendo cuales son las acusaciones, a no ser que aparezcan nuevas en el juicio, la defensa nuestra va a ser reafirmarnos como militantes de Askapena y en el trabajo organizativo y político que realizamos con Askapena. Aparte de decir que Askapena es una estructura de ETA, las acusaciones pasan porque nos hemos reunido, que hemos realizado distintas actividades en otros países, en otros procesos, que teníamos pegatinas en nuestros domicilios, que hemos pegado carteles. Esas son las “razones" pormenorizadas y nosotros asumimos que ese trabajo lo hemos realizado y lo vamos a seguir haciendo en la medida en que haya una mínima posibilidad legal de seguir con ese él.
Por un lado hay una acusación de seis a diez años de cárcel para los 5 de Askapena pero por otro lado también se está pidiendo la ilegalización de la organización internacionalista. Nos parece que se quiere limpiar de un plumazo la base internacionalista en Euskal Herria desde esa visión de un estado socialista independiente y creemos que esa defensa hay que hacerla. Hay que conseguir y creemos que lo vamos a lograr, que no ilegalicen al internacionalismo. Para ello es fundamental la movilización popular y en ese sentido la llamada que se ha hecho a realizar juicios contra el Estado Español en todos los sitios donde sea posible.
-Dentro de la estrategia publicitaria que han adoptado frente al Juicio, ustedes han adoptado como Símbolo de apoyo a los cinco, el pañuelo palestino color naranja y una zapatilla o zapato en la mano… ¿A qué se debe este planteo?
-Por un lado, el pañuelo palestino porque es un símbolo de los internacionalistas en todo el mundo y el naranja es identificatorio en Euskal Herria con el color de la rebeldía, de la insumisión frente a todas estas operaciones contra las organizaciones políticas que al final acaban con detenciones. Por eso también queríamos que nuestra defensa también sea en esa clave insumisa.
El tema de la zapatilla, porque vemos que hay que encarar este juicio con organización militante, con ganas, con movilización y le tenemos que pegar un zapatazo en la cara al Estado Español, a este Estado fascista que no nos deja organizarnos ni lograr las mínimas libertades públicas políticas. El zapatazo también, porque se ha usado, sobre todo en el mundo árabe e islámico, claramente como agresión y defensa contra el imperialismo.
-¿Qué ha cambiado en Euskal Herria desde que ETA abandonó la lucha armada? ¿Se puede hablar de un proceso de avance en la resolución del prolongado conflicto entre el País Vasco y el Estado Español?