Nazioarteko preso politikoen egunaren harira hainbat ekimen burutuko dira datozen egunotan. Kolonbiaren presoen egoera kontuan hartuz, bideoemanaladia, postal banaketa eta erakusketa izango dira ikusgai Arrasateko Arranon. Parte hartu eta zabaldu elkartasuna.
Apirilaren 15etik 30era: Kolonbiari buruzko erakusketa Arrano tabernan
Apirilak 17, Domeka 18:00etan Arranon: Oñatiko Joseba Arregik Kolonbiar preso politikoentzat egindako marrazkia duen postala idazteko aukera. Ondoren Kolonbiako kartzeletara bidaliko dira.
La situación en Colombia constituye el más cruel y sanguinario marco de opresión que padece, hoy en día, un país latinoamericano. Aunque el poder y el discurso oficial intentan presentarlo como un modélico Estado democrático para la región, la realidad es tan cruenta que no han logrado que esta cortina de humo se mantenga inmune. En ese sentido, el Estado colombiano se le considera, acertadamente, la Israel de Latinoamérica no solamente por la ingente ayuda militar que recibe por parte de EEUU o por la presencia en su territorio del Mossad como asesor contrainsurgente, sino por la similitud que existe entre los dos gobiernos en tanto que estratégicos enclaves del imperialismo en sus respectivas regiones.
Han pasado dos siglos desde la creación del Estado Colombiano y desde entonces este pueblo no ha conocido una década sin sufrir la violencia represiva. El enfrentamiento entre la elite político-económica y los sectores populares, entre los campesinos sin tierra y los terratenientes particularmente, son los principales ejes alrededor de los cuales se sigue dando una dura lucha político social y militar. Para hacerse una idea de la dimensión de este conflicto no hace falta más que observar la cantidad de refugiados/desplazados internos que existe, siendo después de Sudán el país que lidera esa triste lista. Cuatro millones de personas han tenido que huir de sus casas en las últimas cinco décadas. La mayoría de ellas desde el campo a la ciudad por la presión de los paramilitares que defienden los intereses de las trasnacionales. En efecto, Colombia representa para las grandes corporaciones un verdadero paraíso para el robo sistemático de recursos naturales, incluido para las 160 empresas provenientes del estado español. En Colombia, no se respetan los mínimos derechos laborales y sociales, 2 de cada 3 sindicalistas asesinados en el mundo siendo colombianos. Lo que podría parecer una simple bebida refrescante (coca cola), ha matado a decenas de trabajadores organizados y ha despedido a miles de trabajadores y trabajadoras por el mero hecho de luchar por sus derechos laborales.
A parte de los desplazados, son más de 6 millones las personas que tuvieron que exiliarse tanto en países vecinos como en Europa. La mitad de la población en Colombia vive bajo el umbral de la pobreza, y unos 6 millones de personas viven con menos de un dólar al día. Con total impunidad más de 50.000 personas fueron enterradas en los últimos años en numerosas fosas comunes. De las más de 4000 fosas comunes que existen en Colombia sólo fueron excavadas unas pocas. El gobierno no pone más que trabas a la hora de exhumar los cuerpos llegando a prohibir la realización de pruebas de ADN. Mediante la estrategia de los falsos positivos, más de 5.000 personas han sido ejecutadas, la mayoría indígenas o dirigentes campesinos, presentadas oficialmente como guerrilleros. Por último no podemos obviar la existencia de más de 7.500 presos y presas políticas, mantenidas hacinadas en las cárceles de exterminio, sin garantías procesales y en muchos casos encausadas por declaraciones auto inculpatorias hechas bajo tortura.
En 2009 se empezó una campaña a nivel europeo para exigir la liberación de los presos políticos en Colombia. Mediante el Plan Colombia toda oposición política o social ha sido aniquilada en nombre de la seguridad y la paz. El ejemplo más explícito del terrorismo de estado vigente en Colombia es el asesinato de más de 5000 militantes de la Unión Patriótica, incluido candidatos a elecciones presidenciales.
Pres@s Politic@s en Colombia